Nota del autor

Si la entrada que estás leyendo carece de imágenes, no se ve el vídeo que teóricamente lleva incrustado o el código fuente mostrado aparece sin formato, podéis conocer los motivos aquí. Poco a poco iré restableciendo la normalidad en el blog.
Este blog es un archivo de los artículos situados previamente en Lobosoft.es y ha dejado de ser actualizado. Las nuevas entradas pueden encontrarse en www.lobosoft.es. Un saludo,
Lobosoft.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

¿Nos acaban de enlazar?

Una de las variables a tener en cuenta en el posicionamiento de nuestra web es el número de enlaces entrantes que posee. Cuantas más páginas nos referencien, mayor importancia nos darán los buscadores en los resultados de las búsquedas. Esto es así porque, aparentemente, nuestro sitio web es un lugar de referencia, y los enlaces suponen un reconocimiento al trabajo realizado. Esto es así en parte, y siempre tomado de una forma relativa. Obviamente, los buscadores se han curado en salud respecto a la picaresca de colocar enlaces en comentarios de blogs, foros y, en un futuro cercano, en los sitios webs de las redes sociales. Se intenta evitar así la proliferación de contenidos “basura” cuya única finalidad sea proporcionarnos unos puntos más que faciliten la subida en los buscadores. No es, por supuesto, la única variable a tener en cuenta, y su valor ha decrecido con el paso del tiempo, pero aun así es suficientemente relevante como para tenerla en cuenta.


Aunque existen herramientas para llevar a cabo el recuento de enlaces entrantes, y los propios buscadores permiten buscar las webs que nos apuntan (en Google, anteponiendo la palabra clave link: al dominio que deseemos consultar desde el propio cuadro de búsqueda, o en Yahoo haciendo lo propio con el término linkdomain:), hay una forma bastante curiosa de conocer, en un breve periodo de tiempo, si alguien nos ha referenciado desde su web. Para ello, usamos la herramienta de Alertas de Google, y simplemente debemos configurar una alerta cuyo contenido de búsqueda sea


link: www.miurl


y el resto de opciones queden dispuestas como en la captura que presento a continuación (tipo de búsqueda, “web”, con frecuencia de aviso “cuando se produzca” y que nos envíe la alerta a nuestro correo electrónico. Práctico y muy sencillo.


lunes, 14 de septiembre de 2009

New web war

Antes del verano (uf, cómo pasa el tiempo) conversaba con unos amigos durante el almuerzo sobre diversos temas y surgió, como simple mención, el avance del estándar HTML que está por venir, HTML 5. Hablábamos de sus nuevas características, que lo podían convertir en un referente de la presentación de contenidos en Internet. Referente, al fin y al cabo, por tratarse de un estándar, y porque aunque ha ido a la zaga a otras tecnologías en los últimos tiempos respecto a la presentación de contenidos multimedia en la red (Flash, Silverlight, JavaFX…), lo cierto es que en la base de las páginas web que visitamos sigue estando el HTML y, querámoslo o no, el amigo Javascript.


Para los desarrolladores web ha sido una pesadilla desde tiempos inmemoriales el poder mantener la compatibilidad de sus creaciones para todos los navegadores existentes. La guerra abierta entre los fabricantes de los mismos ha supuesto una pérdida de esfuerzo, tiempo y dinero, para todos aquellos que se han aventurado en tan procelosas aguas, ya que han huido de los estándares, intentando ganar cuota de mercado presentando novedosas características no soportadas por el navegador de la competencia. Los desarrolladores que “firmaron” su pacto con uno de los navegadores se vieron sometidos a la esclavitud de las actualizaciones. Los que se mantenían en las aguas internacionales del estándar no podían obtener páginas tan vistosas como sus competidores, menos escrupulosos con la accesibilidad y la compatibilidad de sus sitios web respecto a los estándares. Y ahora, con un nuevo estándar que avanza a pasos agigantados hacia las demandas de los usuarios de la nueva Internet, nos encontramos con la oposición de las empresas propietarias de patentes frente a un estándar que promete ofrecerse como una plataforma común para presentar contenidos de vídeo, sin necesidad de instalar numerosos plugins adicionales como ocurre actualmente.


Ante este panorama, los navegadores más conocidos no alcanzan el 100% de las pruebas de compatibilidad. De hecho, se acercan al mismo Google Chrome, Mozilla Firefox, Opera y Safari, pero Internet Explorer 8 apenas llega al 25% del total. Algo muy curioso teniendo en cuenta el acercamiento de la última versión del más conocido navegador de Microsoft a los estándares, y el buen aspecto que tenía en cuanto a facilitar la tarea del desarrollador en la depuración de contenidos web. Curioso, digo, porque es conocida la vinculación de Microsoft a los fabricantes de software, y las rentas que recibe por permitir el uso de determinados drivers, codecs y demás software de base en su sistema operativo.


La propuesta para la emisión de video para HTML 5 incluye el uso del codec Ogg Thedora, software libre, que permitirá por tanto la incorporación a todos los navegadores sin mayores restricciones y la mejora del mismo al permitir su estudio por la comunidad. Sin embargo, Apple se opone porque es justamente su más duro competidor, ya que su navegador Safari utiliza el codec propietario H.264. Chrome implementa ambos, pero el H.264 puede tener problemas de difusión por no ser software libre. Firefox y Opera sólo apuestan por Ogg, ya que el codec de Apple implica el pago de la licencia a la hora de distribuir los navegadores. Por último, Microsoft mantiene un sospechoso silencio. Y no me extrañaría, así entre nosotros, que andase maquinando algo respecto a un formato propio.


Está visto que Internet, la red de redes que permite compartir información a lo largo y ancho del planeta, resulta un caldo de cultivo propicio para los tejemanejes empresariales. En particular, su más conocido estándar, el HTML, está sujeto a múltiples vaivenes, y esperemos que finalmente su nueva versión, la 5, llegue a ser bien acogida, ya que incluye importantes novedades (aparte del vídeo, claro), y se está llevando a cabo una interesante campaña para su adecuada implantación.


Para saber más:



domingo, 13 de septiembre de 2009

Alblogueramanía

Que no se me entienda mal. El señor Fernando Almoguera, creador de Albloguera, es un buen amigo mío. Pero eso no resta valor a mi apreciación sobre su trabajo, que es de lo más objetiva. Me consta que su buen hacer en la investigación de las posibilidades de la novedosa tecnología Silverlight para el desarrollo de aplicaciones corporativas es el que le ha permitido acceder a una de las más reconocidas publicaciones nacionales sobre desarrollo en .NET: DotNetManía. Fernando es un profundo conocedor de las tecnologías web en general, y en particular a las vinculadas a la plataforma de desarrollo .NET y a  Silverlight desde sus comienzos, por lo que su visión abarca todas  las mejoras surgidas entre las sucesivas versiones del máximo competidor de Flash.


En el último número de la revista (septiembre de 2009) aparece el artículo "Silverlight en aplicaciones de gestión", escrito en colaboración con el MVP en esta tecnología, Braulio Díez. Un texto sobre Silverlight v3 que nos avanzará algunas de las mejoras incluidas en esta nueva versión: WCF/ADO.NET Services, controles avanzados y arquitectura de las aplicaciones.


Obvia decir que os recomiendo su lectura ;) .

jueves, 10 de septiembre de 2009

Cuando hay demasiados patrones...

... y no hablamos precisamente de los de diseño ;)


Es curioso cómo un libro sobre comportamiento humano (fundalmentalmente desde un punto de vista etológico, sin despreciar el psicológico) y ecología puede brindarnos descripciones tan esclarecedoras de lo que ocurre cuando en nuestras compañías se establece un excesivo número de niveles jerárquicos y, sobre todo, cuando las interrelaciones entre los trabajadores y sus superiores se enmarañan en una red excesivamente tupida:




Una multijerarquización, a la manera de la que se da en el seno de las sociedades industrializadas, viene a constituir una exagerada diferenciación de jerarquía. A Este respecto, ya observa J. M. Milsum que el tamaño y la complejidad crecientes han dado lugar al establecimiento de jerarquías múltiples, entrelazadas y a distintos niveles, que restringen y alienan al ciudadano como individuo.
[…]
Ocurre, por tanto, que cada elemento o grupo de elementos de un sistema cualquiera, ocupa un determinado nivel de jerarquía –organización- dentro del mismo, y se halla situado en una red de referencias configurada por su propia posición dentro del sistema. Si dicha red es muy densa (gran número de niveles, tanto superiores como inferiores), entonces, los elementos de cada nivel están sometidos a una sobrecarga de tensiones, en el sentido de que su libertad individual es más restringida: la excesiva jerarquización se corresponde con el incremento de niveles, dentro del sistema de organización correspondiente. Eso explica el que, en el complicado mundo actual, la burocracia y la tecnocracia se revelen como auténticos obstáculos en la comunicación –cohesión- real entre los individuos de cualquier sociedad industrializada. Dado que existen innumerables niveles en el sistema, las decisiones y contactos personales, salvo, claro está, casos aislados, no tienen relevancia importante en la cadena de transmisión de datos, alejando al individuo de las fuentes de información primarias.
[…]
Lo anteriormente dicho refuerza nuestra tesis de que la multijerarquización intrasistémica conduce a un estado de desorganización, plasmado en la pérdida de cohesión entre sus miembros. Y explica, entre otras cosas, el que, en un estado de armonía con el medio, ningún sistema viviente tienda a incrementar la complejidad jerárquica ni los índices de productividad neta. Por lo demás, recordemos que un incremento de la complejidad jerárquica, se corresponde con un incremento en el consumo de energía. Y esto es patrimonio exclusivo de los sistemas inmaduros, inmersos, como las sociedades modernas, en un proceso de inversión ecológica.


Se trata de Las bases ecológicas del comportamiento humano, del Doctor Ramón Grande del Brío, que editado por Tundra he estado leyendo con gusto estas vacaciones.  Sin duda, un interesante punto para comenzar la reflexión en torno a cómo queremos que sea nuestra empresa y las relaciones que se establezcan entre los empleados.


Y es que se suele decir que "donde manda patrón, no manda marinero" pero, ¿qué ocurre si hay demasiados patrones en nuestro barco? Creo que puede naufragar tan fácilmente como si no hay ninguno, o el que existe no se es consciente de la responsabilidad que conlleva su cargo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

¿Me presta usted un Explorer 5.5?

El cambiante mercado de Internet y las aplicaciones web ha derivado en una inusitada profusión de navegadores, actualizándose y renovándose cada pocos años las herramientas disponibles para usuarios y desarrolladores. Quienes trabajamos habitualmente en desarrollo web nos encontramos ante la tesitura de si una determinada solución, aun cumpliendo con los estándares, funcionará adecuadamente en tal o cual navegador. Esto ocurre incluso cuando usamos distintas versiones de un mismo navegador. Obviamente, podemos tener instalados en nuestra máquina el último Opera (por cierto, hace unos días lanzaron Opera 10, y de momento no me disgusta excepto en una excesiva lentitud procesando algunos controles en las páginas), Chrome, Firefox, Safari o Explorer, por citar algunos de los más usados. Pero si queremos probar, por ejemplo, cómo se vería una página web con distintas versiones de Internet Explorer podemos encontrarnos con un pequeño problema.


La herramienta IETester es tremendamente útil para visualizar y depurar una página web en las versiones de Explorer que van de la 5.5 a la 8. Precisamente hace unos días un blog amigo me comentaba que, tras aplicar unos cambios en la plantilla, algunos usuarios no lo visualizaban correctamente. Ya que se trataba fundamentalmente de un problema con Explorer, estuve buscando alguna herramienta que sirviese precisamente para esto: probar la web con varias versiones del navegador. Y me encontré con IETester.



Además, su funcionalidad a la hora de depurar una web puede incrementarse instalando la DebugBar para Explorer, una herramienta muy en la línea de Fiddler o Firebug y que cumple bastante bien su cometido en este caso.



En resumen, una herramienta que puede darnos alguna pista en el momento más adecuado para ello.