Nota del autor

Si la entrada que estás leyendo carece de imágenes, no se ve el vídeo que teóricamente lleva incrustado o el código fuente mostrado aparece sin formato, podéis conocer los motivos aquí. Poco a poco iré restableciendo la normalidad en el blog.
Este blog es un archivo de los artículos situados previamente en Lobosoft.es y ha dejado de ser actualizado. Las nuevas entradas pueden encontrarse en www.lobosoft.es. Un saludo,
Lobosoft.

jueves, 23 de abril de 2009

La economía del ahorro

En el mes de abril se unen dos días señalados, el de la Tierra, ayer mismo y el del Libro que se celebra hoy mismo, y que pueden, entre ambos, hacernos pensar un poco cómo podemos dar cumplida cuenta de ellos desde el blog y homenajearlos como merecen.


Por un lado, está claro que nuestro pequeño planeta está cada día más agotado. Los recursos son finitos y, tanto por esto como porque nos interesa desde todos los aspectos (medioambiental, económico, social…) deberíamos contener nuestro gasto de recursos para minimizarlo en lo posible.



Por otro, la aplicación el invento de Gutenberg a la impresión de los libros revolucionó literalmente el acceso a la cultura por parte de la población. Sin embargo, bien lo sabemos, el uso de la imprenta y sus “derivados” también repercutieron en el SPAM de épocas pretéritas: la publicidad indeseada, con el consiguiente desperdicio de papel y tinta, que tanto daño ha hecho al medio ambiente.
Si unimos ambas situaciones y tenemos en cuenta lo fácil que resulta hoy día instituirse en nuestros propios impresores utilizando ordenadores e impresoras a destajo, es fácil darse cuenta del despilfarro que llevamos a cabo en la impresión de correos y documentos (especialmente cuando se trata de borradores) en nuestro día a día. Así, aunque intentemos aprovechar las dos caras del folio o imprimir dos o más páginas, de forma reducida, en una sola, lo cierto es que seguimos gastando tinta y papel a destajo.

Por eso, además de utilizar estos medios por todos conocidos para minimizar un poco más el impacto sobre el medio así como para nuestro bolsillo, os invito a probar la Ecofuente. No, no se trata de un manantial inagotable de agua fresca y potable, sino de una tipografía para nuestro ordenador que, creando huequitos  en las letras como si de un queso gruyer se tratase, intenta ahorrar un poco de tinta cuando imprimimos nuestros documentos.



Ah, y si incluso Ecofont os parece poco, tal vez será de vuestro gusto la impresora manual de café. ¡Eso sí, es posible que ante un pico de trabajo nos quedemos sin suficiente tinta porque lleguemos a consumirla nosotros mismos!

miércoles, 22 de abril de 2009

Ironías de la vida

Hace tiempo “regresé” a los tiempos de la carrera al llevar a cabo un trabajo relacionado con ASN.1, ya que estaba relacionado con el análisis léxico y sintáctico de definiciones llevadas a cabo usando esta notación. Aunque las asignaturas relacionadas con este campo más formal de los lenguajes de programación no eran las que más me apasionaban, lo cierto es que llegaron a gustarme bastante en su día, y comprobé la evolución que habían sufrido herramientas de análisis sintáctico y semántico, como los clásicos lex y yacc, e incluso sus “descendientes” Flex/Bison o JFlex/Cup, para llegar a un generador de analizadores como el potente ANTLR, capaz de generar un analizador léxico, sintáctico o semántico en varios lenguajes (Java, C#...) a partir de una serie de reglas EBNF.


Así las cosas, no es de extrañar que, unos meses después investigase un poco más por mi cuenta en este campo, y me encontrase con una interesante herramienta que, de manos de Roman Ivantsof, tenemos disponible en Codeplex. Se trata de Irony.NET, un generador de compiladores/interpretes para los lenguajes definidos a partir de una gramática. Hasta aquí, nada novedoso. Pero lo interesante es que las gramáticas LALR(1) se definen directamente en C#, utilizando las clases que la propia plataforma proporciona, usando claro está notación BNF. A partir de esta definición de la gramática, puede generarse el árbol sintáctico de una entrada en dicho lenguaje. Por ejemplo, un SELECT de SQL quedaría definido así:



La distribución de la herramienta, al estar en Codeplex, es a partir de su código fuente, por lo que podemos bajar la solución completa para estudiarla y ejecutarla. Incorpora varias gramáticas definidas como ejemplo, entre las que se incluyen lenguajes tan suculentos como C#, Ruby o Python, e incluso SQL y JSON.


Si ejecutamos el proyecto de prueba Irony.GrammarExplorer, podemos “cargar” la DLL con las gramáticas definidas en el proyecto Irony.Samples como si de un plugin se tratase, así comoactivarlas y desactivarlas.



Incluso es posible escribir código en el explorador y estudiar la generación de código y del árbol de sintaxis abstracta para la entrada. tanto en forma de árbol "visual" como en XML:




Todo un descubrimiento que puede ayudarnos a mejorar nuestro conocimiento sobre la generación de compiladores e intérpretes de lenguajes, así como a crear los nuestros propios. ¿Qué tal un parser para aventuras conversaciones, como los clásicos PAWS o Inform? ;)

martes, 21 de abril de 2009

Funciones Variadic

José Manuel, un compañero de trabajo, tuvo que enfrentarse no hace mucho a las delicias de la interoperatibilidad (menudo palabro) de .NET con el código no administrado en C y C++. Entre las interesantes situaciones que se le ofrecieron, le llamó la atención especialmente la llamada a funciones con un número indeterminado de parámetros, y que puede llevarse a cabo llevando a cabo unos cuantos malabares. Interesado por el tema, y conociendo la existencia de este blog, me ofreció la posibilidad de compartir con la comunidad el siguiente artículo. Sobra indicar mi agradecimiento ante su colaboración. Aquí os dejo con su artículo:


En C y C++ se permite definir funciones con un número indefinido de argumentos. Son las llamadas funciones variadic, las cuales se declaran igual que las demás, salvo que en su lista de argumentos aparece, siempre en último lugar, el símbolo de elipsis (tres puntos).


Un ejemplo de función variadic es wsprintf, que se declara como:



int cdecl wsprintf(LPTSTR  lpOut, LPCTSTR  lpFmt, ...);

La función wsprintf da formato y almacena una serie de caracteres y valores en un búfer. Cualquier argumento se convierte y copia al búfer de salida de acuerdo al formato correspondiente especificado en la cadena de formato.


En esta declaración observamos que la función necesita al menos dos argumentos fijos y luego un número variable de argumentos, es decir, en diferentes invocaciones a la función, no tiene por que pasarse necesariamente el mismo número de parámetros.


Uso de funciones variadic no administradas desde .NET


En ocasiones tenemos que invocar desde código que se ejecuta bajo el control de la Common Language Runtime (código manejado), funciones que se ejecutan fuera de CLR, como por ejemplo las funciones de la API de Win32 (código no administrado).


Si además de eso, la función que queremos usar es variadic, dos son las posibilidades que tenemos para hacerlo. Supongamos que queremos hacer uso de la función wsprintf desde un proyecto de consola en Visual C#.NET.



La 1ª opción:

Digamos que es la “forma oficial”, la recomendada por Microsoft. Se trata ni más ni menos de sobrecargar la función abarcando todas las posibilidades de uso que vamos a necesitar. Esta no es para nada una solución flexible.



[csharp]
using System;
using System.Text;
using System.Runtime.InteropServices;

namespace Interop.UnmanagedCode.VariadicsFunctions
{
class wsprintfUse
{
// 1ª sobrecarga
[DllImport("user32.dll",
CallingConvention=CallingConvention.Cdecl)]
static extern int wsprintf(
[Out] StringBuilder buffer,
string format,
int arg);

// 2ª sobrecarga - varargs
[DllImport("user32.dll",
CallingConvention=CallingConvention.Cdecl)]
static extern int wsprintf(
[Out] StringBuilder buffer,
string format,
int arg1,
string arg2);

static void Main(string[] args)
{
StringBuilder buffer = new StringBuilder();
int result = wsprintf(buffer, "%d + %s", 2, "posibilidades.");
Console.WriteLine("result: {0}\n{1}", result, buffer);
}
}
}
[/csharp]

Ejecutar este código arrojaría el siguiente resultado:



Realizamos la llamada a través del atributo DllImport. Este atributo se puede aplicar a métodos y proporciona la información necesaria para importar una función exportada desde un archivo DLL no administrado. Como requisito mínimo, debe suministrarse el nombre del archivo DLL que contiene el punto de entrada.


Señalar que la convención de llamada necesaria para llamar a métodos implementados en código no administrado es Cdecl, en la que el llamador limpia la pila. Esto permite llamar a funciones con varargs, que resulta apropiado para funciones que aceptan un número variable de parámetros como la que nos ocupa.



La 2ª opción:

Si está dispuesto a basarse en características indocumentadas (= no deberían usarse), también puede utilizar la palabra clave __arglist para definir un método “varargs”.


No es conveniente utilizar la convención de llamada “varargs” o elipsis (...) ya que no es compatible con la Common Language Specification (CLS). Además, no es accesible para todos los lenguajes. Visual Basic no admite la convención de llamada VarArgs.


El beneficio es que, de esta forma, se puede utilizar un método único para todo tipo de parámetros sin necesidad de la sobrecarga:



[csharp]
using System;
using System.Text;
using System.Runtime.InteropServices;

namespace Interop.UnmanagedCode.VariadicsFunctions
{
class wsprintfUse
{
// 1ª sobrecarga
[DllImport("user32.dll",
CallingConvention=CallingConvention.Cdecl)]
static extern int wsprintf(
[Out] StringBuilder buffer,
string format,
__arglist);

static void Main(string[] args)
{
StringBuilder buffer = new StringBuilder();
int result = wsprintf(buffer, "%d + %s", __arglist(2, "posibilidades"));
Console.WriteLine("result: {0}\n{1}", result, buffer);
}
}
}
[/csharp]

En este caso, la salida quedaría:




__arglist se utiliza tanto en el método de declaración como en la llamada (adjuntando entre paréntesis, separados por comas, los parámetros a pasar).

Por último añadir que para bibliotecas de clases administradas, no hay necesidad de utilizar esa convención de llamada. Es mejor utilizar la palabra clave params (ParamArray en Visual Basic).



[csharp]
public void VariableArguments(params string[] wordList)
{
for(int i = 0; i < wordList.Length; i++)
{
Console.WriteLine(wordList[i]);
}
}
[/csharp]

Usando __arglist, habría que marcar al método con el siguiente atributo:
[csharp]
[CLSCompliant(false)]
public void VariableArguments(__arglist)
{
ArgIterator argumentIterator = new ArgIterator(__arglist);
for(int i = 0; i < argumentIterator.GetRemainingCount(); i++)
{
Console.WriteLine(
__refvalue(argumentIterator.GetNextArg(), string));
}
}
[/csharp]

domingo, 12 de abril de 2009

Ranaremake


Recuerdo con gratitud los años mozos en los que las vacaciones eran, en buena parte de su duración, tiempo para “viciarse” a los juegos de ordenador que compartía con mis amigos, y que intentábamos pasarnos de forma cooperativa o competitiva, tanto daba una cosa como la otra. Si el juego se nos resistía, colaborábamos, si no, nos empecinábamos en terminarlo antes que los demás. Eran tiempos de seguir al vejete de Mêlée Island y combatir con insultos a la Sword Master, de aprender la palabra mágica Muzaq para enfrentarnos a Uukrul, o de batir un record en tiempo a la hora de rescatar a la princesa de las garras del terrible Jaffar.



Antes incluso de todo esto, me viene a la memoria un increíble juego para los 8 bits, el primero que adquirí, llamado Ranarama. Aunque se ha dicho una y mil veces que era una especie de clon del Gauntlet, nada más lejos de la realidad. Ranarama abrió el camino de los juegos de rol, llevando a Mervin, su protagonista convertido en rana, a lo largo y ancho de varios niveles de laberintos con el único objetivo de limpiar de enemigos el castillo y, de paso, recuperar la forma humana. Digo que Ranarama no es una nueva versión de Gauntlet y lo digo con conocimiento de causa: sus laberintos permanecían ocultos, desvelándose habitación por habitación, existían numerosos tipos de hechizos (de ataque, defensa, conocimiento…) que mermaban las fuerzas de Mervin cuando los invocaba, por lo que debían usarse con prudencia, aunque podían tener efectos devastadores. Requerían del fortalecimiento de nuestro héroe para poder acceder a niveles mayores de sabiduría. Si conseguíamos por un casual suficientes runas, tras la lucha con los Warlocks, para adquirir hechizos demasiado poderosos, y aún no estábamos preparados para su uso, posiblemente caeríamos rendidos por nuestras propias ansias de poder.



Con semejante argumento y desarrollo, Ranarama, de Steve Turner (Graftgold) y publicado por Hewson en 1987, se convirtió en uno de mis títulos preferidos de Spectrum. Así, es natural que cuando descubrí años después que se estaba desarrollando un remake del mismo para PC, acudiera ansioso a la web de los creadores para ver las maravillas que prometía el nuevo juego. Gráficos y banda sonora renovada y, sobre todo, la posibilidad de jugar de nuevo a Ranarama, me maravillaron. Sin embargo, por aquel entonces, hará unos dos años, el proyecto parecía detenido. Esta Semana Santa, aprovechando las vacaciones, he vuelto a recordarlo y me he sorprendido al encontrarme el juego terminado y listo para su descarga, bajo el nombre de Ranaremake. La verdad es que lo he estado jugando y promete ser un digno sucesor de aquel maravilloso juego que me tuvo enganchado durante meses. Os lo recomiendo encarecidamente. Y de paso, no dejéis de echar un vistazo a otros remakes de juegos imprescindibles, como el Capitán Sevilla o Sir Fred.